No estoy segura de por qué decidí recorrer el Camino, qué pregunta espero responder durante el viaje o lo que yo quiero encontrar. Sé que muchas cosas me atrajeron al considerar hacer esta peregrinación desde San Juan Pie de Puerto a Santiago de Compostela. Como católica, el hacer una peregrinación a través de un país históricamente católico mientras que me quedaba en albergues parroquiales y hacia tiempo para la oración me agradaba. El caminar 780 kilómetros tenía una apelación deportiva – quería retar a mi cuerpo. La idea de tomar este viaje con una mochila y llevar solamente las provisiones más necesarias apeló a mi sentido de la aventura – quería retar a mi mente y vivir algo diferente. Te puedo decir lo que no me agradaba del Camino – hablar con los cientos de extraños que me encontraría por el camino.










Después de 5 días en el Camino, sigo sin saber lo que estoy buscando o por qué camino a Santiago de Compostela. Pero te puedo decir cómo voy a seguir andando por el Camino – con humildad. Conocí a un increíble número de personas, todos con historias únicas y todos en busca de algo. Especialmente, me encontré con una mujer de 80 años – ella no podía cargar su mochila en su espalda pero estaba arrastrándola lo largo del Camino. Su sonrisa y su actitud me ayudaron a persistir, sobre todo durante días físicamente y mentalmente difíciles. Les puedo decir por qué elijo seguir caminando el Camino – para dar gracias a Dios por el cuerpo que me ha dado. Por unos pies que me mantienen días tras día, que han recorrido 125 kilómetros en 5 días, y que caminaran los restantes ~ 655 kilómetros. Por una espalda que puede sostener una mochila de 9 kilos y transportarla mientras escalo montañas, a través de vientos fuertes, ya lo largo de calzadas onerosas. Por unos ojos que me mantienen segura, buscan las conchas y flechas amarillas que señalaran el camino, y me alertan para cualquier peligro; los mismos ojos que notan la belleza de pintorescos pueblos, paisajes de montañas y las caras de la gente.
No sé por qué recorro el Camino, pero sé que tengo que seguir caminando.

Leer tus bellas palabras es para mí como hacer un poco del Camino también. Espero poder acompañarte con el recuerdo y la amistad ¡Te admiro mucho!
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